lunes, 26 de octubre de 2009

Hognabu

Después de mucho tiempo sin ir de cabin trip por diversos motivos, este fin de semana volvíamos a la carga.
La cabaña elegida era Hognabu, y fue la recomendada entre varias opciones que barajábamos.
Así que después de las compras de comida y organizar un poco el tema, pusimos rumbo hacia Gressli el viernes al mediodía, desde donde empezaríamos a caminar, y en supuestamente 2horas llegaríamos a la cabaña.
Está claro que esas 2horas son a ritmo de ejército noruego por lo menos, porque en ningún cabin trip hemos hecho el recorrido en el tiempo estimado, así que sabíamos que iba a ser más largo.

Esta vez los que se animaron fueron Heather, Rustem, Craig,Yasmina y un servidor.



Nos pusimos a caminar a las 15:20, y el camino empezaba con bastante pendiente, pero era fácil de seguir hasta Gresslihytta, a partir de allí la nieve ya era constante y el camino dejó paso a una serie de palos de madera que indicaban el camino.

El camino era bastante rompe-piernas, con muchas subidas y bajadas... se estaba nublando bastante, pero después de un par de horas de caminata, llegamos a un punto dónde teníamos que abandonar el camino y bajar al valle a buscar nuestra cabaña...
sólo había un inconveniente, se estaba haciendo de noche muy rápidamente.

Así que el ritmo de caminar incrementó, aunque no es nada fácil cuando te hundes unos 30-40cm en la nieve, y vas cruzando ríos, y por en medio del bosque.



Y la noche llegó, y nosotros seguíamos caminando...
Norte, Sur, otra vez Norte, no no puede ser que hayamos caminado tanto y no la hayamos encontrado, vayamos al Sur...
es muy difícil orientarse de noche, así que despues de 8horas de caminata, 5 de ellas en la oscuridad, decidimos parar de caminar.
No tenía sentido caminar más estando totalmente desorientados, y el cansancio ya hacía mella en nosotros... así que decidimos buscar un sitio sin nieve a cobijo de los árboles, y encender un fuego para poder descansar calientes hasta que se hiciera de día.
Tuvimos suerte que hacía una semana que no llovía apenas y encontramos mucha leña seca, así que fue fácil encender el fuego... y aprovechandolo, pues nos pusimos a calentar salchichas, que estábamos muertos de hambre.

La noche fue bastante fría, llegando a los -4grados aproximadamente, quizás menos, pero pudimos mantener el fuego encendido toda la noche, aunque despertarse a reavivarlo fue durísimo... aunque pudimos descansar y dormir mejor de lo que esperábamos.
De regalo tuvimos un cielo espectacular totalmente limpio de nubes, y creo que nunca había visto tantas estrellas juntas!
Y el segundo regalo fue el amanecer, con el sol iluminándolo todo y calentándonos con sus rayos.




Después del pertinente desayuno y de entrar un poco un calor, nos pusimos en marcha a buscar la ansiada cabaña.
Rustem y yo nos aseguramos de que no estaba ni hacia el Sur ni hacía el Este, y mientras buscábamos pudimos ver una manada de unos 20 ciervos, varios de ellos totalmente blancos!

De día la orientación es mucho más fácil, así que nos dividimos y en una hora exacta de caminata, Yasmina y Heather nos llamaban que la habían encontrado siguiendo al río en dirección Norte.
Lo más divertido de todo esto es que la noche anterior habíamos estado a unos 30metros de la cabaña y ni la vimos...
Y ahí estaba, Hognabu, la que dicen que es la cabaña más cálida de todas!



Sólo llegar encendimos el fuego, comimos algo y descansamos un poco... algunos más que otros!
La verdad es que estábamos demasiado cansados como para hacer nada, así que la tarde pasó rápidamente entre comer, relajar, leer, tocar la guitarra o escuchar música.

Éste es el "patio trasero" de la cabaña... mil ideas que vienen a la cabeza, y todas ellas con una cosa en común: una tabla en los pies



El domingo nos levantamos después de haber descansado el cuerpo, y hicimos lo típico de cabin trip: cortar los troncos grandes con la sierra, luego cortarlos en trozos pequeños con el hacha, con el fin de que los que vengan después tengan madera seca y cortada disponible.
El tiempo se había vuelto bastante hostil, con fuertes rachas de viento gélido, así que el camino de vuelta no iba a ser fácil.

Recogimos todo, limpiamos, firmamos en el libro, y emprendimos la marcha con dirección a Gressli.
Los alrededores de la cabin son espectaculares, realmente la recomendación de esta cabin fue muy acertada.
Cosa que sumada a la felicidad que llevábamos encima, hizo que el camino de vuelta no fuera tan duro.

Últimos rayos de sol que irrumpen entre las nubes iluminando Melshogna (1026metros)




todas las fotos en http://picasaweb.google.es/victor.perise/Hognabu


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