Y no me extraña...
Nuestro viaje empieza un jueves a las 18:15h de la tarde, después de haber hecho una mega compra de muchas coronas noruegas, ponemos rumbo a Bodø con nuestro alquilada furgoneta, donde un ferry nos llevaría hasta Moskenes, ya en las Lofoten.
Después de muchas horas conduciendo, y atravesando una intensa tormenta de nieve, llegamos a Bodø a las 5 de la mañana, con el tiempo justo para ir a buscar el puerto ya que el ferry sale a las 6 de la mañana.
Que raro, no hay ningún coche esperando... lógico, porque no existe tal ferry, así como tampoco el de las 10 de la mañana.
Es lo que tiene ir fuera de temporada alta!
El siguiente ferry es a las 16:30, así que aprovechamos para dormir un poco más, pasear por la ciudad, comer algo y demás. Además visitamos el remolino de agua más potente del mundo, Saltstraumen,... pero fuimos unas horas antes de su máximo punto, así que a simple vista tampoco era gran cosa.
Así que empezamos nuestra viaje de 4horas en ferry hasta Moskenes dejando atrás la no muy bonita (todo hay que decirlo) ciudad de Bodø, descubriendo unas montañas detrás de ella impresionantes.
Aquí empieza un viaje que se convirtió en pesadilla, con olas enormes de 3-4metros que hacían tambalear el barco de una manera brutal, y que hizo que muchos de nosotros acabaremos totalmente mareados...
mención especial a Andy que se pasó 3horas encerrado en el lavabo.
Finalmente después de mucho sufrimiento llegamos a Moskenes a las 21:30h, con un vendaval importante, y sin ningún sitio donde dormir.
Afortundamente, encontramos rápido un sitio caliente y seco para dormir, y allí nos metimos a cocinar y a dormir, finalmente en tierra firme, aunque algunos todavía notaran que se movía.
Sábado 26
Nos levantamos y al mirar por la ventana vimos esto... quién ha puesto esa montaña ahí? ayer por la noche sólo se veía el ferry, así que aprovechamos la luz para sacar algunas fotos.
Así que cogimos la furgo y fuimos a Å, la población más al sur del archipiélago de las Lofoten, y de las más conocidas.
A estas alturas no hay nadie por las calles, parece un pueblo fantasma!
Damos una vuelta por el pueblo, sacamos mil fotos aprovechando los momentos en los que se asoma un poquito el sol, y como no son muy frecuentes pues también sacamos cuandop está nublado.
Subimos a una colina cercana para tener una vista más global de Å, y demás descubrimos un lago a nuestras espaldas, con unas barcas pidiendonos a gritos que las sacaramos a navegar en el lago, y eso hicimos, o intentamos hacer hasta que el viento dijo que de la orilla no nos movíamos.
Lo bueno de ir fuera de temporada a Lofoten es que apenas hay salmones colgados secándose, que por lo que me han dicho, hace una peste a pescado importante.
Después de una parada técnica para comer algo, y una visita relámpago a Reine, decidimos que la mejor opción debido al vendaval que hacía era caminar por la zona de Å, por proximidad y por facilidad del camino, así que cogimos un camino que subía directo hasta un lago muy bonito, y un par de cascadas un poco más allá.
La intención era subir a un pico de los alrededores para tener buenas vistas sobre el mar, pero el hecho de que no hubiera camino y que se estaba haciendo tarde, y teniendo en cuenta la latitud de las Lofoten, en nada se haría de noche, decidimos volver atrás.
Aquí el tiempo empezó a mostrarse como iba a ser los siguientes días, fuertes y espontáneas granizadas y lluvias y frío.
Volvimos al pueblo, y nos dividimos en un grupo que iba a buscar un sitio para dormir y nos que iban a cocinar. Finalmente, después de una dura negociación con el amo y señor de prácticamente todo lo que hay en Å, conseguimos un rorbu (cabaña de pescadores) para 9 personas espectactacular, por un precio que ni en España... además de madera para el fuego y bacalao gratis...la verdad es que todos nos pusimos super contentos al ver la cabaña y que finalmente tendríamos una cama para dormir.
Por la noche, tuvo lugar su pertinente celebración conjuntamente con los del viaje de ESN, que también estaban por allí, y para algunos la fiesta se alargó hasta altas horas de la madrugada...
Domingo 27
El día amaneció soleado, y nuestro rorbu brillaba en todo su esplendor.
Después un desayuno como toca, nos pusimos en marcha. Un poco tarde, por cierto, pero necesitabamos recuperarnos bien de tantos días de cansancio acumulado y dormir poco. Debido al maravilloso tiempo noruego, desestimamos la opción de una caminata larga, y cogimos la furgo rumbo al norte, parando en muchos sitios para hacer fotos y flipar con los paisajes.
Después de un rato de conducción, llegamos a una playa de arena blanca finísima, que es el spot surfer más famoso de Lofoten, y diría que de Noruega.
El viento soplaba con mucha fuerza, y estaríamos a unos 6grados de temperatura, en el agua habían varios surfers pillando olas... así que no podíamos ser menos, y nos metimos corriendo en el agua a darnos un par de baños.
La verdad que el shock térmico fue importante, y la vuelta corriendo a la furgoneta se hizo muy larga!
Después de recuperar la temperatura normal del cuerpo en la furgo, sobretodo de los pies (cosa que costó bastante), pusimos rumbo a Nusfjord.
Y allí, por algunos minutos, salió el sol y nos dejó disfrutar de unas vistas muy bonitas del pueblo.
Caminamos hasta llegar a un minúsculo faro, bajo una intensa y dolorosa para la cara granizada, hasta llegar al faro y tener unas bonitas vistas del mar y del mini-fiordo en si.
Después de caminar un poco más, volvimos a la furgoneta y nos juntamos con todo el grupo.
La siguiente parada fue Gravdal, dónde comimos algo delante de su iglesia. Aquí el grupo se dividió en dos, y mientras que Andy se fue a dar una vuelta con la furgo hasta la vecina población de Leknes, los demás fuimos a buscar un camino que debía llevarnos hasta lo alto de una montaña. Debido al frío que hacía, al desajuste de mi cuerpo debido al baño en el mar y a la infructífera búsqueda del camino, cosa que nos obligaba a ir campo a través, Abby y yo decidimos darnos media vuelta y llamar a Andy para que nos recogiera.
Después de comprar algo de comida en uno de los pocos supermercados de Lofoten, buscamos un sitio caliente donde tomar un café... y dimos con una bolera-cyber café-billar, donde pudimos descansar un poco, aparte de jugar un poco a bolos, y que Andy revisara el alojamiento para los siguientes días. Unas 3 horas después, recogimos a los que habían ido caminando, y volvimos a disfrutar de la última noche en nuestro querido hogar.
Lunes 28
El día empezó muy temprano, tan temprano como a las 5:45 de la mañana.
Teníamos que coger un ferry que salía a las 7 (el siguiente era por la tarde) en Reinefjord, y llegamos por los pelos. Mover a 9 personas de sus camas cuesta tiempo... especialmente a Olivier!
Coger un ferry a las 7 de la mañana puede convertirse en una experiencia muy fría! especialmente cuando ha nevado la noche anterior, y se pone a granizar y a llover desde que parte el ferry.
Y claro, como en el interior no se veía nada, todos ahí fuera aguantando la hora que dura el ferry... aunque el paisaje realmente lo merecía.
Después del viajecito en ferry que realmente valió mucho la pena, volvimos a casa a calentarnos un poco y a descansar un par de horas.
Decidimos planificar una caminata hasta un lago, bastante remoto, a la que finalmente Michal no se apuntó por un problema de una herida en su brazo y prefirió ir al médico.
El camino discurría bordeando un lago primero, para luego después una subida llegar a otro lago. Descartamos la idea de subir hasta la cresta debido a la nieve y el inadecuado material que llevabamos. Además, no disponíamos de mucho tiempo, puesto que teníamos que viajar bastante al norte para dormir en Svolvær.
El sitio era espectacular, el contraste de los colores otoñales, con el agua del lago, el blanco de la nieve y el gris de la roca hacían una postal impresionante.
Cuando acabamos la pateada, Michal vino a buscarnos, y pusimos rumbo a nuestra cabaña. Había que cenar algo, limpiarla toda, y rápido salir hacia Svolvær, donde nos esperaban para dormir.
Andy había contactado con dos CouchSurfers que nos alojarían las dos noches en sus habitaciones. No conocía toda esta historia pero me parece una manera perfecta para viajar barato y conocer a gente de todas partes del mundo.
Martes 29
Svolvær es una bonita ciudad de pescadores y suele estar llena de turistas... peroi no a finales de septiembre. Muy conocida también en el mundo de la escalada por su svolærgeita, lástima que se necesita cuerda para subir hasta ahí, cosa que no teníamos.
Nos levantamos, y después de reunirnos para desayunar, decidimos dónde iriamos. Nikolai, nuestro CouchSurfer, se apuntó con nosotros.
De camino a Henningsvær, dimos con esta mini-playa con buenas vistas... lástima del mal tiempo, no estaría mal quedarse ahí tumbado relajado.
Henningsvær es un bonito pueblo pescador, donde a finales de mayo se hace un festival de música y de pesca que es bastante famoso en todo Noruega. Vale la pena una visita al pequeño pueblo.
De vuelta a casa de Nikolai, dividimos el grupo en 3: los que querían tratar de llegar lo más arriba de la montaña svolvaergeita, otros que se fueron a otra caminata, y Andy, Abby y yo que nos quedamos con Nikolai para conocer la ciudad.
Ya de paso, como Nikolai es cocinero, fuimos a comprar pez de aguas profundas recién llegado del mar a un precio muy bueno, y nos preparó la cena para todos nosotros. Cómo se agradece una cena así después de estar una semana tirando de fogonet!
Miércoles 30
Después de empaquetar todo y cargar la furgo, pusimos rumbo a Lødingen, donde cogeríamos un ferry de una hora, ahorrándonos el tener que volver a Moskenes y coger el ferry infernal... además de que era mucho más barato!
Me hubiese gustado hacer todo el camino por carretera, pasando por Narvik, pero finalmente se desestimó debido a la distancia y a que no salía a cuenta por tema de gasolina, así que queda pendiente.
El ferry nos dejaba en Bognes, nos esperaban algo más de 800km por delante, así que pusimos rumbo hacia el sur a las 15:15... llegando a Trondheim a las 5 de la mañana, eso sí, previa parada en el Círculo Polar Ártico, y varias paradas para descansar conductores y cenar.
Resumen: muchos kilómetros, muchos paisajes increibles, muchas fotos, mucho frío, pero sobretodo, muchas risas, y eso es lo que cuenta!
La expedición al completo, de izquierda a derecha:
Olivier, Philip, Elettra, Andy, Yasmina, Abby, Michal, Yo, Jirka
todas las fotos aquí: http://picasaweb.google.es/victor.perise/Lofoten
no es mala!!!es buena. ni alta ni baja.....normal
ResponderEliminarmuy bonita la foto de unos de los valles. se ven unas montañas muy guapas.
ya veo que no paras, bien hecho!!!
cuidate, nos vemos