Después de lo que se preveía que seria una semana de intensas nevadas, acabó siendo más soleada que otra cosa, aunque se agradece y mucho, con algún dia de powder en Vassfjellet... el plan de ir a Oppdal a pasar el finde se desvaneció, pero rápidamente se montó un plan de ir a pasar el finde a hacer un poco de freeride.
Nos juntamos 4, Yasmina, Sylvain, telemarker francés con el que he hecho alguna viajes, y Lorenz, chico que conocí dos días antes, de las Dolomitas, Italia.
Planificamos un poco el viaje, bastante condicionados por el tiempo, pero anotamos varios picos que parecían interesantes, copiamos algunos mapas, y quedamos en salir el sábado por la mañana.
La noche del viernes se alargó demasiado para mi, así que después de haber dormido poco más de un par de horas, ya estaba en pie esperándoles, con todo el material listo.
Salimos un poco más tarde de lo previsto, y tal cómo entre en el coche, me quedé dormido...
Me desperté y esto es lo primero que vi...
Hice algunas fotos desde el coche, la verdad es que la visión de estas montañas nevadas es espectacular! Este valle nos conduciría a Åndalsnes
Decidimos intentar un pico que habíamos fichado ya, Kirketaket, de 1439m, donde parece que es un sitio bastante típico, con la traza ya hecha... tenía buena pinta, aunque yo pensara que era quizás demasiado para Yasmina, novata en esto de patear y que lleva pocos días encima de sus skis de Telemark, ya que el desnivel es considerable (empezamos desde nivel de mar). El horario también era justo, pero cuando fuimos en dirección a Isfjorden y vimos el pico allí al fondo, no pudimos resistir las ganas.
El pico es el segundo empezando por la derecha, que se accede careneando, y luego encarando la pala final.
Así que llegamos hasta el parking, preparamos las cosas, comimos algo, y nos pusimos en marcha... bastante tarde, la 12 y poco más... y el tiempo se ha tapado, ya no tenemos el solazo que había por desgracia.
El camino empieza en una pista de ski de fondo, pero rápidamente la dejamos a un lado para empezar a ganar desnivel dentro de un bosque. La traza está hecha y avanzo rápido, dejándoles atrás, parece que Yasmina no se siente muy cómoda foqueando...
Me quito el polar, no hace nada de frío y el caminar con la tabla a la espalda hace que te sobre toda la ropa..
No puedo parar de mirar atrás, la vista es espectacular.
Isfjorden
Primer contratiempo, Sylvain apena tiene menos de medio termo de te, y Yasmina nada de agua... yo tengo medio litro y Lorenz un litro, no creo que sea suficiente...
Seguimos subiendo y vemos por primera vez el pico,a lo lejos, pero no la cara que queremos bajar, sino la Oeste, con varias opciones de canales y una bajada bastante seria... el tiempo está bastante nublado y con baja visibilidad.
Seguimos andando, la verdad es que esta zona es espectacular, con varios picos muy cerca con muchas opciones, sin mucha dificultad puedes tener una bajada considerable.
Llegamos ya a la cresta, dónde las vistas son mejores si cabe que anteriormente, y el tiempo empeora cada vez más....
Yasmina con el fiordo a la espalda... montañas, nieve, fiordos, mal tiempo... esto es la auténtica Noruega!
Yasmina empieza a acusar el cansancio, y se queja de un dolor en un músculo de la pierna... Sylvain y Lorenz, muy experimentado en esto de montaña, van en cabeza con bastante ventaja... nunca se podrá competir con raquetas contra skiers en velocidad y comodidad de travesía! jejeje
Seguimos cresteando, el camino es fácil, pero Yasmina no hace más que quedarse atrás todo el rato, así que decido ir a su ritmo para que no se derrumbe moralmente... llevamos unos 700metros de desnivel en las piernas, y eso se empieza a notar. Aunque se nota más la falta de agua, intentamos derritir hielo pero le cuesta mucho tiempo, así que optó por ponerme la botella lo más pegada al cuerpo posible, entre camiseta y polar.
Vamos charlando de muchos temas, a nuestro ritmo. Paramos a comer algo de chocolate, miro si se ha derretido el hielo, pero nada... sólo da para mojarse un poco los labios.
Ya sé que no es bueno comer nieve, pero no queda otra, nuestras bocas están muy secas.
Yasmina empieza a no ver las cosas claras, y por mi cabeza pasa el pensamiento que el tiempo se nos está tirando encima... y el tiempo meteorológico también, la cima está tapada desde hace un buen rato.
Salvamos un pequeño desnivel y nos plantamos a unos 981m según el mapa, ahora ya encaramos realmente la pala final. Yasmina se queda irremediablemente atrás, y se pone a nevar con un viento un poco molesta. La pala se ve espectacular por eso.
Voy caminando, esperando a Yasmina cada cierto tiempo, no veo a los dos en cabeza.
Yasmina me grita que me espere hasta que llegue, me dice que no puede seguir, su pierna la está matando, y que está muerta... además, no está segura de que pueda bajar cómodamente por la pala principal. Hablamos un rato, y decido que me voy a quedar con ella. Son las 4 de tarde, el tiempo está feo, y creo que a mi ritmo me quedarían un par de horas más, cosa que sería demasiado tarde por la luz... además no quiero dejar bajar a Yasmina sola, así que intentamos llamar a Sylvain pero nada. Me pongo a caminar a ritmo rápido para intentar atraparlos, y en 15 minutos los atrapo, están descansando y comiendo algo.
Les explico la situación, y que si fuera con ellos les retrasaría mucho, así que mejor que vayan tirando. Le echo una ojeada al mapa, pero el descenso es fácil y intuitivo, así que les deseo buena suerte y empiezo a guardar las raqueta y a ponerme la tabla mientras llega Yasmina. Hemos llegado a unos 1100metros, como mucho.
El pico tendrá que esperar... pero bueno, de ahí no se va a mover, así que ningún problema, volveré!
La visibilidad es muy mala, pero la nieve es espectacular!! creo que nunca he bajado por un sitio con tanta nieve y sin ni una traza... pero la luz plana no me deja ver el relieve y me hace caerme varias veces, al haber cambios de desnivel de repente. La nieve parece bastante estable, cosa que se agradece, y deja disfrutar más.
Después de una bajada muy divertida por la pala, nos metemos en un bosque muy abierto, y la cosa se pone más difícil, ya que la nieve es más costra que otra cosa, y girar no es fácil... pero finalmente consigo salirme bien, y ir a buscar la traza de ski de fonde que nos llevará de vuelta al coche. Consigo evitar la mayor parte del plano, cosa que se agradece cuando vas con tabla...
Llega Yasmina, ha tenido varios problemas bajando, y está destrozada. Comemos algo, y vemos que ya están bajando, así que les esperamos.
Nos comentan que la bajada espectacular, pero sin visibilidad... Lorenz me dice que con sus skis no ha disfrutado tanto como yo lo he hecho, ya que él ha hecho snowboard de montaña muchos años, pero este año se pasó al ski de montaña... no se puede tener todo, si quieres ir ligero subiendo, no puedes bajar muy cómodo... hay que buscar el equilibrio perfecto!
Seguimos la rápida pista de ski de fondo, que a veces parece más una pista roja de estación de ski que otra cosa, por el fondo del valle, con estas vistas...
Llegamos al coche, contentos con el día, ya casi de noche. Cargamos trastos, paramos en un super a comprar algo para beber, y a buscar un sitio para dormir.
Después de dar algunas vueltas, nos adentramos en Trollstigen, una carretera cerrada en invierno que en verano promete vistas espectaculares.
Buscamos el sitio idóneo, y plantamos la tienda, después de cavar un poquito.
Ahí dormiremos tres, y Sylvain empieza a construir un iglú donde pretende pasar la noche...
Cocinamos pasta con pesto, y estamos un rato de charla, hasta que a las 22:30h nos vamos a dormir. Preparamos esterillas, y ropa de abrigo por si acaso.
Sylvain se mete en su iglu, y todos a dormir.
La noche va bastante bien, el único problema es que mi esterilla es muy estrecha, así que cada vez que me salgo un poco y toco el suelo me congelo vivo... por todo lo demás, duermo solo con polar y ropa interior.
A las 4am Sylvain viene muerto de frio y empapado a pedirme las llaves del coche, se va a dormir ahí... parece que el invento no le ha funcionado!
El despertador suena a las 7am, pero nadie se levanta, salir del saco no es fácil... finalmente lo conseguimos a las 10am, el cansancio y la fría noche se hace notar.
Nos damos cuenta de la grandeza del sitio dónde hemos dormido en cuanto salimos de la tienda. El sol aparece en algunos instantes, pero sigue bastante nublado.
Desayunamos, hablamos durante mucho rato, y decidimos ponernos en marcha. La temperatura ha subido, estamos en positivo, y no hacemos más que escuchar pequeños aludes en el valle... eso no nos gusta nada.
Decidimos que quizás es mejor irse un poco más al interior, buscando la lejanía del oceáno, tanto por estabilidad de tiempo como por buscar temperaturas más fría y mejor calidad de nieve.
Dejamos Åndalsnes atrás, prometiendo que volveremos seguro, y rápidamente tenemos que parar, tenemos justo delante nuestro Trollveggen, la pared del Troll, un sitio muy conocido por escaladores alrededor del mundo, por tener el desnivel vertical más largo de Europa.
Me doy cuenta que le había hecho una foto cuando ibamos para allí el sábado por la mañana con sol, y que también le había hecho una desde la cresta el día anterior... está claro que la pared llama la atención aunque no sepas que es famosa!
Trollveggen con sol desde el coche
El sitio es espectacular, el pico Romdalshorn también llama mucho la atención.
Todo el valle, con paredes escarpadas, acabando en un fiordo, nos deja a todos boquiabierto.
Perdemos tiempo haciendo muchas fotos, pero no nos importa.
Finalmente ponemos rumbo hacia algún sitio más interior, y yo vuelvo a caer dormido.
Me despierto a la altura de Dovrefjell, un parque nacional, y las montañas son espectaculares también aquí, muchas más suaves y con más bosque. Hay tantos sitios a los que ir en este pais!
Después de mirar el mapa, y considerando la hora que es, decidimos hacer un pico cerquita de la carretera, de poco desnivel, de unos 1500, pero la carretera ya está a 1000m. Sylvain y Yasmina lo agradecen porque los dos tienen mucho dolor en un músculo de la pierna... el dolor del telemarker?
Paramos cerca de Hjerkinn, a unos 40km de Oppdal, comemos algo, y aunque hace un poco de sol, el viento es gélido.
Empezamos a caminar, la nieve está bastante venteado, pero mejor eso que volverse a casa sin hacer nada no?
Además las vistas compensan, con la famosa Snøhetta relativamente cerca, cubierta por las nubes.
Nos plantamos en la cima en una hora y media, quizás un poco menos, y observamos el paisaje... con el parque nacional de Dovre en todo su esplendor.
Examinamos las posibilidades ir a Snøhetta desde aquí, parece factible, quizás en dos días por eso.
Empezamo el descenso... la verdad, una pesadilla, la primera pala totalmente venteado y durísima, después plano que me obliga a quitarme la tabla, y luego disfrutamos de alguna acumulación de polvo intercalada con nieve dura, hasta que me equivoco y me meto demasiado a la derecha en un bosque... cosa que me hace tener que quitarme la tabla y tener que caminar con nieve por encima de la rodilla durante 15minutos... porque esa nieve no podía estar en la bajada? culpa del viento...
Ponemos fin al viaje llegando al coche, organizándolo todo en el maletero, y poniendo rumbo a Trondheim... dónde llegaríamos dos horas y media después en medio de la lluvia... parece que la primavera se quiere asomar por aquí!
más fotos aquí
lunes, 8 de marzo de 2010
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